Antonio
Romero, participaba en el segundo festejo de la Feria de Cuaresma, el último
domingo en la Plaza Monumental de México.
Todo marchaba con total normalidad, él realizaba los mejores actos de la tarde, hasta que de pronto, en una maniobra el matador fue empujado por el toro y tras rodar por la arena el animal de 1160 libras, lo cogió por detrás encestándose casi la mitad del cuerno izquierdo en el ano.
El
torero mexicano habría sufrido una grave cornada, causándole una terrible
lesión, un orificio de aproximadamente 30 cm en el recto.
Rápidamente
fue auxiliado por el equipo de la Plaza México, para trasladarlo a la
enfermería, donde fue tratado de urgencia y posteriormente fue trasladado al
Hospital Mocel.